De reina a rey

La reina Isabel II del Reino Unido falleció después de un reinado de 70 años, el más largo de la historia de un monarca británico. Su muerte se produce en un momento en que Gran Bretaña ha dado la bienvenida a un nuevo primer ministro en la forma de Liz Truss. La Reina ha sido una parte estable de Gran Bretaña cuando nos hemos enfrentado a eventos políticos como el Brexit. Presenciar su muerte es un cambio enorme en el futuro de nuestro país, ya que entramos en una nueva era no solo bajo un monarca diferente, sino como una Gran Bretaña que está tratando de encontrar su lugar en el escenario internacional después de nuestra salida de la UE y la navegación de la crisis del costo de vida. La reina siempre se ha ganado el respeto de otros países, por lo que será interesante ver cómo la reputación y el estatus de Gran Bretaña se ven afectados por su fallecimiento.

El fallecimiento de la Reina forzará inevitablemente a Gran Bretaña a cambiar, pero se desconoce la dirección en la que esto se llevará a cabo, dado que enfrentamos tiempos difíciles, con la inflación en su nivel más alto en 40 años. Nuestra política, nuestras relaciones con los líderes mundiales y la forma en que se percibe a Gran Bretaña están sujetas a cambios en los próximos meses. A primera vista, el tema apremiante aquí es el debate entre monarquía y república: ¿debería desmantelarse la Familia Real? Personalmente, esto no viene al caso al menos a corto plazo, porque las ramificaciones del fallecimiento de la Reina afectarán a todos los británicos, independientemente de sus opiniones sobre la Familia Real. En términos prácticos, nuestro dinero y pasaportes serán eliminados y reemplazados con la imagen del nuevo Rey Carlos III. En términos políticos, las decisiones de nuestro gobierno pueden verse afectadas en algún nivel por el monarca. Por ejemplo, se dice que PM Truss está revocando la prohibición del fracking, lo que sería desastroso para el medio ambiente. El rey Carlos III ha sido durante mucho tiempo un defensor del medio ambiente, por lo que en sus reuniones semanales con el primer ministro, puede compartir sus propios puntos de vista sobre una causa que tiene cerca de su corazón.

Hay muchos sentimientos encontrados y emociones en el aire, ya que el funeral de la Reina tendrá lugar el lunes 19 de septiembre, un feriado bancario oficial. Londres está más concurrida que nunca con personas que viajan para ver a la Reina en la Abadía de Westminster. Al mismo tiempo, hay quienes protestan contra la monarquía que han sido arrestados por perturbar la paz. Los próximos meses de Gran Bretaña serán cruciales para determinar el estado de ánimo del público, ¿cuánto apoyo tendrá el nuevo Rey? ¿Habrá un ascenso en el movimiento republicano? ¿Cómo cambiará la política británica con el fallecimiento de la Reina?

Podría decirse que el país ha perdido uno de sus mayores activos, y su respuesta definirá el comienzo de la nueva era británica. Todo lo que queda por ver es cómo se siente el público acerca de la Familia Real y cómo otros países verán el fallecimiento de la Reina. Una cosa es segura: la muerte de la Reina hace que Gran Bretaña sea políticamente más débil, entonces, ¿qué se necesita exactamente para recuperarse o reinventarse?

* Foto de cabecera obtenida de:: https://www.skysports.com/more-sports/other-sports/news/29877/12693132/queen-elizabeth-ii-has-died-aged-96 reservados todos los derechos

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